Somos las hijas de Manolita, de Aída, de María, de Pilar, de un sinfín de mujeres que trabajaron muy duro para sacar sus familias adelante.
Somos las hijas de Asturias, de sus gentes, de sus olores, de sus colores y sabores.
Somos las hijas de una crisis, de una generación con valores que apuesta por la vanguardia más tradicional, aunque parezca contradictorio, lo hecho a mano con un sabor vintage pero muy actual, reinventado los tejidos clásicos acompañados de pieles naturales.
Algún día os contaremos la historia de Manolita que cosía y tejía para sus 5 hijos, y algún que otro nieto… y aunque ella no lo pueda recordar, nosotras si la recordamos en invierno sentada con su lana y agujas de tejer, o a su máquina de coser, al lado de la cocina de carbón cuando volvíamos de la escuela...